Interceptan Micro de La Ovetense con explosivos de alto poder abordo.

En el departamento de san Pedro en el llamado Cruce 6.000, entre Guayaybí y San Estanislao, fuerza de élite de la Policía, personal de Antisecuestro de Personas y la Fuerza de Tarea Conjunta, bajo la supervisión del Fiscal Joel Cazal.

Interceptan una unidad de la empresa La Ovetense S.A. encontrándose en el interior explosivos de alto poder tipo gelamón,  estopines eléctricos y 24 metros de cordón detonante. Deteniendo en el lugar Fausto Arnaldo Duarte Campuzano, de 37 años; y Arnaldo Andrés Sánchez, de 29 años, ambos oriundo de la ciudad de Piribebuy, departamento de Cordillera.

El Mundo del Bus ve este hecho con altísimo grado de peligrosidad para el sector transporte, ya que marca una indefensión total al patrimonio de las empresas y a los ciudadanos que se trasladan en el servicio público, y nos deja la sensación que hoy el transporte está siendo usado para el trasladar material bélico, con las consecuencias que estas pueden acarrear para los pasajeros y las empresas.

El gelamón es un explosivo de uso civil, perteneciente a las dinamitas y que se utiliza para actividades de demolición en minería a cielo abierto y subterránea, canteras y obras civiles.

Por sus características es apto para trabajos a bajas temperaturas sin generar problemas de seguridad y tiene una muy buena resistencia al agua.

Se presenta en cartuchos de envases de polietileno flexible de color azul o rojo en diámetros mayores a 40 milímetros y en envoltura de papel parafinado para aquellos menores a este tamaño. Todos se embalan en cajas de cartón corrugado que contienen 25 kilogramos de explosivo.

Cabe recordar que el 26 de marzo de 2006 delincuentes volaron el frente del Banco Regional de Malargüe con este mismo explosivo, pero que en esa oportunidad se utilizaron menos de dos kilogramos aproximadamente.

En noviembre de 2004, un operario que descargaba cajas de gelamón vencido a 20 kilómetros de Córdoba al costado de la ruta 9, murió cuando se le cayeron unos 60 kilogramos de este explosivo que estaba descargando de un camión. En el lugar quedó un cráter de seis metros de profundidad y nueve de diámetro. Mientras que para la demolición del albergue Warnes, en Buenos Aires, se utilizaron 370 kilos de gelamón.

Obviamente que para manipular explosivos se debe de contar con las autorizaciones pertinentes de las autoridades y acogerse el protocolo de seguridad que el material exige, con respecto al traslado, estos elementos deben ser trasladados en unidades especiales. nunca en un vehículo de calle y menos en una unidad de transporte público. Es de aquí que llama la atención de las autoridades el accionar de estas personas en trasportar esto elementos explosivos en secreto y violando totalmente la ley.

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