Servicio internacional de Nuestra Sra. de la Asunción, salió el 14 de Octubre a las 18 horas de terminal de ómnibus de Asunción con destino a Buenos Aires Argentina, con la unidad 805, comandada por los choferes Derlis Duarte y Cesar Aelimari, azafata Juana Elizabet Guillen. Los pasajeros tomaron su primer contacto con la tripulación al agolparse en la puerta de ómnibus para abordar, entre ellos estábamos nosotros, “El Mundo del Bus”, como pasajeros comunes, también a la espera de ser recibidos, hecho que siempre nos sirve para observar, cómo el personal abordo recibe a los pasajeros, momento importante en que toman conocimiento de cómo se conformará su pasaje, tipo de personas, edades, cantidad de niños, mujeres, adultos y en qué condiciones van a viajar.
Tengamos en cuenta que más de 50 personas que se desconocen, tendrán que convivir dentro de esta unidad por varias horas, en situación de traslado con pasos por aduanas y controles, cenar, almorzar, merendar o desayunar, más de 1.300 Km. Estas unidades van repletas de situaciones personales y diversas, cada persona está cargada de esperanza, ilusiones, sueños y nostalgia en su mayoría, por lo que deja atrás y el futuro inmediato que se presta a vivir. Cada uno de estos pasajeros es una historia de vida, y la tripulación tendrá que lidiar con las necesidades de cada uno para que el viaje sea placentero y no pase a ser una tortura, muchos Km, y muchas horas que toda esta gente dependerá de la tripulación.
El Mundo del Bus destaca en esta oportunidad a la tripulación del Bus 805 de Nuestra Sra. De la Asunción, porque desde la hora de la partida, que en ese primer contacto fueron tratando con cada pasajero, generando en ellos confianza, el ánimo de realizar un viaje placentero. Desde el inicio del recorrido la Azafata y los 
conductores se presentaron, dan recomendaciones, y en forma constante preguntando por si faltaba algo, pero llegó la madrugada y en territorio Argentino, sorprende a los pasajero una tormenta extraordinaria , una batería de truenos y rayos, que con fracciones de segundos encandilaban la tierra, y la inmensa cantidad de agua que caía bajaba peligrosamente la visibilidad, sumado al viento con ráfagas de más de 100 Km/h. azotaba todo a su paso, pero la maestría de los conductores hizo que la gigantesca unidad mantuviera su marcha sin que se notara tremenda tormenta, mientras la azafata se hacía notar ante los pasajeros que fueron contagiados por la calma de Juana (azafata) siempre esgrimiendo su sonrisa y buen trato. Afuera una tormenta copiosa y dentro del Bus pura calma, una pasajera nos dijo, yo sufro de pánico a las tormentas pero gracias a Dios viaje tranquila.
La tripulación del 805, choferes Derlis Duarte y Cesar Aelimari, azafata Juana Elizabet Guillen, se ganó los aplausos de El Mundo del Bus.
