Entre el atraso y el presente, el futuro está Ausente

Me sorprende que aún en el presente haya gente que insiste en salir a cazar dinosaurios ¡gente ya no existen más! Esa era terminó como otras tantas, el teléfono a rueditas es del pasado, hoy es un dispositivo que nos pone el mundo en nuestras manos, hasta los tiempos cambiaron, el futuro se hizo más inmediato y nos exige pensamientos y análisis rápidos, lo que antes era negocio, hoy no lo es, hasta las formas de comunicar son distintas, y no caigamos en la burrada de pretender ser modernos porque usamos las redes sociales, porque éstas son las que hoy desnudan nuestro perfil ante el mundo, con solo hacer un clic, demostramos lo atrasados que podemos estar.

Ésta no es una cuestión de pasar vergüenza, pues al sinvergüenza no le hace mella, la cuestión es más profunda, es el daño que podemos causar, por lo que hoy, estamos exigidos hacer más criteriosos.

Y si hablamos de criterio, es interesante y más que importante, hacer siempre la composición de lugar, es decir, verificar donde estamos parados, quiénes somos, y que ofrecemos al medio que pertenecemos, haciendo plena observancia de las necesidades actuales que nos propulsen a ese futuro que se viene.

Las viejas prácticas son como el teléfono analógico, quedaron en el pasado, la actualidad nos engloba a todos en este universo tan ágil y dinámico, donde los avances tecnológicos nos marcan las tendencias, tanto que cambiaron las políticas en el mundo, la actualidad nos imprime un actitud más orgánica y corporativa, la tecnología nos está marcado los errores del hombre y este debe busca corregir, el individualismo es uno de los grandes males de la actualidad.

Es de aquí que, en El Mundo del Bus, nos abocamos a posturas inteligentes que propongan evolución y atesoramos, tanto nuestros espacios que buscamos aprovecharlo de mejor forma, destacando las capacidades individuales puesta al servicio del sistema, que esté dirigido a la gente, que en su conjunto es el objetivo del Servicio Público.

Sobre este punto, hablando del sistema, hace tiempo decimos que el Sistema de Transporte Público de Pasajeros en Paraguay es caduco, arcaico, ineficiente para la población, doloroso para los empresarios inversores, e incorrecto políticamente para las autoridades y pone en evidencia a un estado poco desarrollista, la administración de Mario Abdo Benítez tiene la oportunidad de revertir semejante situación, es decir más que oportunidad es obligación.

El transporte es un sector estratégico básico para el desarrollo global de la economía, dicho por el experto Universitario en Transporte Terrestre de Bureau Veritas Centro Universitario, Nuria Fuente, España, por distintos motivos, uno de ellos y muy importante es que garantiza la movilidad de los ciudadanos, también responde a la libre circulación de mercancías y constituye una herramienta básica para incrementar la productividad de los sectores productivos.

Así, como también ha quedado demostrada la estrecha correlación entre el desarrollo económico – social y la movilidad.

Hace años que los países en el ejercicio del desarrollo socioeconómico, están trabajando duramente en infraestructura y la adecuación del transporte como herramienta impulsora, considerando que este sector es de suma importancia para el desarrollo global de la economía, Paraguay no debe de ser la excepción.

Es más, Paraguay también juega ésta partida donde los mercados del mundo participan y los países ya empezaron a mover las fichas, la búsqueda de ganar posiciones en esta gran movida, las necesidades del planeta y los que lo habitamos, exige nuevas políticas y la población mundial está expectante, hoy les toca a la clase política jugar en la mesa grande, donde la cuestión no es quien gana, ni quien es el más poderoso, sino cómo se re acomoda el ejercicio individual para el bien común de la humanidad, si bien esta idea parece muy romántica, no deja de ser la alternativa responsable que nos permita una mejor calidad de vida, una mejor distribución de la riqueza y corregir los daños que causamos a nuestra ecología.

Si no vemos el pasado y no entendemos el presente, no sabremos construir un futuro conveniente, es de aquí que los sectores productivos y la población toda, debemos ser conscientes y criteriosos.

Para que el futuro este presente se debe tener en cuenta las bases del pasado, corrigiendo en forma constante en el presente, construyendo el futuro prominente.

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